El Parlamento Europeo tiene planes en los próximos meses para considerar una serie de medidas encaminadas a agilizar los plazos y simplificar los procedimientos relacionados con las reembolsos correspondientes a las retenciones efectuadas en otros países de la Unión Europea distintos al país de residencia. Estas retenciones se aplican a los dividendos obtenidos por inversores residentes en la UE, y la herramienta principal que se empleará será el certificado de residencia digital armonizado.
Cuando un ciudadano de la Unión Europea invierte en valores en un país miembro distinto al suyo, los pagos que recibe a cambio, como dividendos o intereses, generalmente están sujetos a una retención en el país donde se hizo la inversión, antes de que se apliquen los impuestos en el país de residencia.
Sin embargo, las regulaciones en los diferentes países de la UE varían significativamente en términos de tasas de retención, que oscilan entre el 7% y el 30%, y los procedimientos para solicitar reembolsos son muy diversos y en muchas veces muy complicados. Esta disparidad ha llevado a que muchas personas y pequeñas empresas opten por no reclamar los reembolsos y dejarlos perder, lo que resulta finalmente en una doble imposición que desincentiva la inversión a través de las fronteras.
Con el objetivo de establecer un proceso uniforme para emitir certificados de residencia y eliminar en gran medida los procesos basados en papel, se introducirá un certificado de residencia digital estándar para los contribuyentes, también conocido como (eTRC).
Este certificado, similar a los certificados de residencia nacionales actuales, contendrá información que permitirá identificar al contribuyente y confirmar su residencia en un país miembro específico de la UE. Para garantizar su validez en toda la Unió Europea, su contenido se estandarizará con un modelo común.
Además, el Parlamento Europeo subraya la importancia de incorporar medidas para prevenir el fraude fiscal. Por lo tanto, se requerirá que ciertos intermediarios financieros se registren en un registro nacional y se conviertan en intermediarios financieros certificados (CFI). Este requisito de registro se aplicará únicamente a los países miembros que ofrecen deducciones fiscales sobre el exceso de retención en origen en los ingresos por dividendos para residentes de otros países miembros.
Según estimaciones de la Comisión Europea, estas medidas resultarán en un ahorro anual de 5.170 millones de euros para los inversores, además de simplificar el trabajo de los intermediarios financieros que actualmente deben lidiar con 450 formularios diferentes.
Esta propuesta está sujeta a un procedimiento legislativo especial, que requiere el respaldo unánime del Consejo Europeo, tras consultar al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social Europeo.
Estas iniciativas se basan en la propuesta “Faster” de la Comisión Europea, que busca implementar un sistema de alivio en origen y un sistema de reembolso rápido. Ambos enfoques tienen como objetivo acelerar y simplificar la obtención de reembolsos de retenciones fiscales para los inversores, promoviendo así la inversión transfronteriza en la UE.
Se espera que estas regulaciones se integren en los sistemas legislativos de los veintisiete países miembros antes de 2027.